martes, 5 de julio de 2011

Organizaciones se querellan por música urbana

Una vez más, se atacan las consecuencias y no las causas de un grave problema de las sociedades actuales: la violencia. Representantes de la Fundación Vida Sin Violencia y del Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas, respectivamente, se presentaron ante la Comisión de Espectáculos Públicos y Radiofonía, para exigir que se monitoreen y examinen las letras de las canciones puestas a circular en la radio y televisión.

Sin embargo, su reclamo no pudo ser diligenciado. El señor José Miguel Hidalgo, presidente de la Comisión, expresó que esa entidad carece de sistema de monitoreo y del personal necesario porque no cuenta con los recursos económicos para su instalación.

Las canciones citadas como ejemplo de sencillos lascivos y promotores de la violencia fueron: “Me hacen goló, goló”, de Pablo Piddy; “Toy quillao”, de Secreto; “Si me pega los cuernos te lo pego”, de Milka, y “Vamos a portarnos mal”, de Calle 13.

Lo que no resulta sorpresa es que las canciones denunciadas son precisamente del estilo urbano, culpando una vez más los resultados y no las raíces de un cáncer multicausal. Sin dudas, las canciones de rap y dembow son violentas, pero porque son producto de una sociedad que lo es. La música urbana es el producto de las vivencias y sufrimientos de los jóvenes en el barrio y en sus hogares. No querramos tapar el sol con un dedo.

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