Una vez más, se atacan las consecuencias y no las causas de un grave problema de las sociedades actuales: la violencia. Representantes de la Fundación Vida Sin Violencia y del Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas, respectivamente, se presentaron ante la Comisión de Espectáculos Públicos y Radiofonía, para exigir que se monitoreen y examinen las letras de las canciones puestas a circular en la radio y televisión.Sin embargo, su reclamo no pudo ser diligenciado. El señor José Miguel Hidalgo, presidente de la Comisión, expresó que esa entidad carece de sistema de monitoreo y del personal necesario porque no cuenta con los recursos económicos para su instalación.
Las canciones citadas como ejemplo de sencillos lascivos y promotores de la violencia fueron: “Me hacen goló, goló”, de Pablo Piddy; “Toy quillao”, de Secreto; “Si me pega los cuernos te lo pego”, de Milka, y “Vamos a portarnos mal”, de Calle 13.
Lo que no resulta sorpresa es que las canciones denunciadas son precisamente del estilo urbano, culpando una vez más los resultados y no las raíces de un cáncer multicausal. Sin dudas, las canciones de rap y dembow son violentas, pero porque son producto de una sociedad que lo es. La música urbana es el producto de las vivencias y sufrimientos de los jóvenes en el barrio y en sus hogares. No querramos tapar el sol con un dedo.
Lo que no resulta sorpresa es que las canciones denunciadas son precisamente del estilo urbano, culpando una vez más los resultados y no las raíces de un cáncer multicausal. Sin dudas, las canciones de rap y dembow son violentas, pero porque son producto de una sociedad que lo es. La música urbana es el producto de las vivencias y sufrimientos de los jóvenes en el barrio y en sus hogares. No querramos tapar el sol con un dedo.
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