Las
telenovelas como todo soporte comunicacional, ostentan sus géneros propios. En
este sentido, se hace propicio analizar la narconovela como género de la televisión
ficcional porque presenta normas distintivas que están atrayendo a gran
cantidad de público en el continente.
Actualmente
se debe entender la televisión como uno de los principales vehículos de los
símbolos de la cultura popular. Precisamente en la narconovela, los elementos
narrativos y valores mediatizados son opuestos a la telenovela tradicional.
Este hecho puede estar vinculado a cambios en las culturas latinoamericanas.
El tema
de toda narconovela es:"consecución de dinero y poder a través de los
recursos que genera el narcotráfico". Lo que varía entre una producción y
otra son las funciones del protagonista en el mundo del narcotráfico. La
primera producción de impacto en la audiencia dominicana abordaba lo que le
podemos llamar el primer tópico: la prostitución y el correo humano (mulas).
Esa telenovela se titula "Sin senos
no hay paraíso", adaptación de la novela "Sin tetas no hay paraíso",
escrita por Gustavo Bolívar.La trama
cuenta la historia de una adolescente de un barrio marginado que hace todo lo
posible por ser la novia de un poderoso
narcotraficante; pero antes tiene que conseguir los recursos para operarse los
senos para llamar la atención del hombre que aspira a conquistar.
Otra
novela que abordó la vida de las "chicas beeper" o "prepago"
fue "Las muñecas de la mafia", transmitida en 2010 por Telesistema.
Aquí se narra la vida de varias mujeres que de distintas maneras terminan
involucradas en el mundo del narcotráfico; unas como prostitutas, esposas de
narcotraficantes y otras como correos humanos (mulas). El libro en el cual se
basa esta producción se titula "Las Fantásticas" de Juan Camilo
Ferrand.
El
segundo tópico identificado es la vida opulenta de los capos de la droga. El
derroche de dinero, el sicariato y la lucha de poder entre los distintos
carteles. Tal es el caso de "El Cartel de los Sapos", adaptación de
la novela homónima de Andrés López. En particular en República Dominicana causó
una gran sensación. Muestra es que los actores principales fueron utilizados
como atracción principal de conciertos en discotecas de Santo Domingo.
También
en "El Capo" las imágenes de la ostentosa vida de los narcotraficantes
es representada con detalle. Aunque no es fiel relato de ningún capo en
particular, la historia está claramente inspirada en la figura de Escobar.
Muestra
de lo contrastante de este género de las
telenovelas con eltradicional formato
"rosa" es su mudanza de la figura femenina de dócil, soñadora y
vulnerable a indomable, rencorosa y agresiva -tercer tópico de las narraciones-
a pesar de que la aparente fuerza, esta mujer se mantiene como emocional y
carente de afecto. Como ocurre en "Rosario Tijeras. Amar es más difícil
que matar", “La Diosa Coronada” y “La Reina del Sur”. Todas transmitidas
en horario estelar en canales dominicanos.
En
las narconovelas siempre se presenta el o la protagonista como héroe de su
relato épico. Aunque su ambición culmine como causa de su desgracia, siempre
logra lo que soñaba apasionadamente. De manera subjetiva se plantean las
acciones que el protagonista, delincuente devenido en héroe realiza para
superar los obstáculos para lograr su propósito, "convertirse en una
figura poderosa".
El
éxito de estos programas de ficción, sobre todo en los hombres, puede estar
asociado a imágenes hedónicas de los latinoamericanos. Es decir, un hombre
disfruta viendo el “Cartel de Los Sapos” porque experimenta placer en la
representación visual de la vida de aquellos que realmente recrean las
conductas del “macho”: gastan altas sumas de dinero, tienen varias amantes y
adquieren poder en su comunidad.
En
el caso de las telespectadoras ocurre
algo similar. Las mujeres antes veían novelas rosa porque disfrutaban de la
recreación de los sueños de cenicienta. Ahora muchas prefieren ver la historia
de una mujer ambiciosa y bella que hará todo lo posible por tener una vida con
lujos. Aquí también se recrea un patrón machista, aunque no parezca. Ya que en
la mayoría de las historias la figura femenina es objeto sexual de los hombres
narcotraficantes.
Al
parecer los productores de estas telenovelas hanencontrado una nueva forma de conectar con
las masas vehiculizando símbolos de la cultura popular actual; imágenes
hedónicas para una población que hace dos décadas se desengañó de la idea del
trabajo y el estudio como vías de ascenso social en nuestros países. Sobre todo
considerando que en nuestras sociedades los valores que más se aprecian están
relacionados al lujo, la belleza y el poder.